Para todos es muy claro que estamos viviendo una etapa muy delicada y definitoria en el ámbito de la fiscalización, no solamente a nivel nacional, también las tendencias internacionales de alguna u otra manera están incidiendo no solamente las medidas legislativas que se toman sino también están permeando en la percepción de los órganos fiscalizadores como tal.
La fiscalización es por supuesto una expresión también de la política vista en su integridad y no podríamos dejarla a un lado con este referente, a lo que hoy en día vivimos.
Claramente no hemos visto modificado el contenido en muchas disposiciones legales, lo que sí hemos visto incrementarse de manera sustancial es la fiscalización.
Estamos viviendo épocas de extrema fiscalización, las políticas de gobierno requieren de muchos ingresos y sin embargo no hay reforma fiscal, esto lo ha dicho claramente la autoridad fiscal que la tendencia es buscar recaudar y fiscalizar sobre la base de lo que ya se causó y lo que ya se tuvo que declarar.
No solamente hemos tenido ciertas tendencias jurisprudenciales que han afectado la fiscalización déjame utilizar el concepto de fiscalización en un sentido muy amplio, no nada más el ejercicio de facultades de comprobación, sino todos los actos pendientes (me refiero a los de gestión) para lograr la debida aplicación del tributo en aras de encontrar la satisfacción de la deuda tributaria que es la finalidad última o principal del sistema tributario.
En el entorno económico actual, no nos podemos sentir sorprendidos, no de lo que hoy estamos viviendo con esta extrema fiscalización de la que están siendo objeto los contribuyentes por dos razones: la necesidad de recursos públicos y la limitación de los medios para allegarse de los mismos.
ABC fiscal:
A: aumentar la eficiencia recaudatoria
B: bajar la evasión y la elusión
C: combatir la corrupción
Esta estrategia que cubre diversos flancos lo que busca es simple y sencillamente atacar a través de ciertas medidas de fiscalización, la autoridad ya nos dijo por dónde va y qué va a hacer.
Esta visión de que los contribuyentes cumplan con sus declaraciones y pagos de manera oportuna le permite a la autoridad identificar e invitar a los contribuyentes a la regularización, todo esto es antes del ejercicio de facultades de comprobación a través de los medios que hoy tiene y el siguiente paso es el tema de la vigilancia profunda, aquellas identificaciones de variaciones atípicas en los comportamientos de los contribuyentes, la manera en cómo están presentando sus declaraciones con toda esta detección de inconsistencias y que se promueva la corrección.